lunes, 29 de octubre de 2012
martes, 23 de octubre de 2012
La Presbicia ...
… O ver las cosas distintas con el paso del tiempo…
El cristalino pierde plasticidad, y por tanto, su poder para
curvarse, de manera progresiva con el tiempo, por lo que es común que la capacidad
de ver ciertas cosas cambie con la edad, lo que da origen al término oftalmológico
de vista cansada y en la vida le podemos llamar madurar…
Hace unos días, comentando en Facebook con amigos y
compañeros entrenadores, sobre si seríamos o no seríamos olímpicos, síes y
noes, porqués etc. hice alusión al trabajo que nos queda hacer en comparación
al hielo, donde el hecho de juzgar lo más objetivamente posible les ha hecho restructurar
la manera de observar el ejercicio, juzgarlo y detallarlo, dejando bastante
acotada la parte subjetiva inherente a la persona que juzga.
Nunca he querido ser juez. A pesar de haber tenido licencia
y haber puntuado alguna que otra prueba y campeonatillos en la época que vivía
en Madrid, no era algo que me llamara. Mi pasión es patinar y transmitir mi
experiencia y eso es pura total y absolutamente subjetivo.
De joven sentía mucha aversión por la figura del juez,
por ese “personaje”. Recuerdo aun, con 16 años un campeonato en “Estudiantil
Porteño”, después de ejecutar por primera vez la figura 18, a la que tenía
terror, lloré un instante de la rabia por no poder relativizar la presencia de
los jueces.
Años más tarde, en mi último Nacional en Mendoza,
clasifiqué segundo en figuras, superándome a mí mismo incluso en libre que
quedé tercero y a patinadores que solo hacían obligatorias y a algunos de los
cuales mostraban cierto menosprecio porque nunca fui realmente bueno en escuela,
pero tengo unas pelotas a toda prueba y ganar no es para cagones.
Dejé de tenerle miedo al juez y a su subjetividad de no
gustarles como patinador de figuras.
Mi opinión sobre el juez había cambiado. Ellos hacían su
trabajo y yo el mío.
Comencé una relación distante, para centrarme en el placer
de patinar haciéndolo lo mejor que sé.
Ya como entrenador y conociendo el esfuerzo del atleta, mi visión
del juez cambia otra vez. Compartimos un mismo reglamento y lo vemos desde dos
puntos de vista distintos y eso, me hizo ser más crítico, anteponiendo mi
experiencia como patinador a la suya, que suele ser bastante menor en algunos
casos, por no decir inexistente como en otros países donde un simple examen te
convierte en juez. Al menos aquí, en España, para ser juez se ha de tener un
mínimo de experiencia sobre los patines.
En mi opinión (la de una gota en el océano) el juez debería
valorar la ejecución y no la técnica, al patinador y no a su entrenador, su
club o su procedencia y sobretodo el conjunto.
He oído millones de cosas sobre cómo llega un deporte a ser
olímpico. Cantidad de fichas de deportistas por países. Cantidad de países que
lo practican. Presencia en los medios y sin fin de pelotudeces. Pero la que más
me llamo la atención fue una teoría que encajaba mucho con lo que pienso y es
que, en la mayoría de deportes olímpicos (menos en el patinaje sobre hielo)
ganar o perder es absolutamente objetivo. Léase: llegas primero: ganas; metes
más goles: ganas; derribas al contrincante: ganas; eres más rápido: ganas;
saltas más alto: ganas. En resumen: resultados objetivos dados por hechos y no
por personas.
Gimnasia artística y rítmica: existen categorías de
ejercicios y sus múltiples combinaciones, perfectamente acotadas, indicados sus
valores y un largo etc. en el que me pierdo y no quiero cometer un error por
ignorancia. Pero por ahí van los tiros.-
El problema de las prebendas y acuerdos del tipo: “tu me
puntúas a éste y yo te puntúo a aquél” en el hielo fue muy sonado. Se comenzó
eliminando la puntuación más alta y la más baja de siete jueces, quedando así
el promedio y nadie podía desmarcarse en la puntuación ayudando o perjudicando
a nadie
La llegada de las tecnologías y su aplicación a otros
deportes (el ojo de Halcón en el tenis por ejemplo) también llego al hielo,
donde la distancia y la velocidad, sumadas a la edad de los jueces y su pérdida
de visión, dificultaban el juzgamiento en una superficie tan clara y un patín casi
imperceptible. La huella de la sierra y la cuchilla hace que, visto de cerca el
oro no reluzca tanto. Así que comenzaron a utilizar la revisión ipso facto del
vídeo. Ahí comienza el trabajo de los entrenadores y patinadores en la
ejecución (ojo, digo ejecución y no técnica) o séase: hacerlo bien. De ahí en
más los detalles se han ido puliendo hasta el punto que no solo hay una visión
global, sino una detallada donde las vueltas de las piruetas cuentan, los filos
cuentan, las transiciones coreográficas cuentan, llegando incluso a que cada
juez valore cada uno de esos aspectos individualmente. Como si dijésemos hay un
juez para filos, otro para saltos, piruetas, coreografía etc.
En el vídeo que he colgado de: Jeffrey Buttle, en el “Open
Japan” (El abierto de Japón) se puede ver perfectamente, luego de cada
ejercicio que compone el programa, el “Details Score” (detalles de puntuación)
donde cada juez coloca ese ejercicio en una posición con respecto a otro
patinador, precedido por una nomenclatura de dicho ejercicio que la identifica,
ej.:
3F + 3T (Triple Flip + Triple Toe loop) Las
combinaciones llevan un signo “+”;
3A (Triple Axel);
3Lz (Triple
Lutz);
FSSp2 (Flight Sit Spin 2 – pirueta saltada baja
2 posiciones-);
FCcoSp4 (Flying Camel Combination Spin 4 – Salto
Paloma (arg) FlyCamel (es) combinada 4 posiciones-);
StSq4 (Step Sequence 4 – Secuencia de pasos 4 –
tengo que confirmar que el 4 pertenezca a la forma de la secuencia que en este
caso es serpentina-);
ChSq1 (Choreographic Sequence 1 – Secuencia coreográfica);
CCoSp3 (Camel Combination Spin 3 – Combinacion de
3 piruetas de ángel (es) paloma (ar)-).
Obviamente no están todos los ejercicios aquí detallados,
pero sí las variedades de los ejemplos.
En el final como un SUBTOTAL,
podemos ver la puntuación por juez de:
Skating Skills
(Habilidad en el patinaje – dificultad)
Transitions/Linking
footworks (Transiciones y enlaces de los trabajos de pie)
Performance
/Execution (Actuacion y ejecución)
Choreography
/Composición (Coreografía y Composición)
Interpretation
(Interpretación)
Por ultimo, podemos ver como se obtiene el resultado con un
balance de todos los ítems, restando las deducciones, en el caso que las haya,
para dar un TOTAL SCORE (Resultado
final).
¿Complicado? Sí, mucho, aunque muy eficiente y efectivo.
Pero sobretodo: muy seguro.
Hoy, con tres décadas al frente del alumnado, cuatro encima
de los patines y frente al juez, mi visión es otra sobre esa figura que no me
gustaba con dieciséis años es distinta. Comprendo lo complicado que debe ser
juzgar cuando tantos cientos o miles de ojos te miran y sabiendo que puedes encumbrar
o condenar a un patinador y su entrenador (convengamos que muchos entrenadores
pierden su trabajo por un mal resultado y muchos, muchísimos patinadores han
colgado las botas por motivos de esta índole) con solo un momento de duda. Qué
difícil es mantenerse al margen de políticas y chanchullos, sabiendo incluso
que se está ahí porque al que estaba lo sacaron por no obedecer una línea subrepticiamente
establecida. Qué difícil es estar en un lugar sabiendo que no se ha podido
estar en el otro…
Siempre me pregunto: ¿Por qué a lo largo de nuestras
carreras no hemos visto sentados a Scott Cohen, Chiara Sartori, Tim Mc Guire,
Paul Price, Michelle Biserni, Michelle Sartorato, Jayson Suttcliffe y un
larguísimo etc, puntuando? ¿Por qué los grandes, grandísimos, hacedores de la
historia más reciente de nuestro deporte no han devenido en jueces? Solo
recuerdo a Michael Obrech y no es tan reciente... Y seguramente alguno más
habrá y quizá nuestra nueva responsable en Cipa haya sido lo más de lo más en
su día, como seguramente lo fue Mr Pollard, que cuando tome clases con él hace
un millón de años en “Estudiantil Porteño” (fíjate por donde), ya era un señor
mayor… y de eso hacen tres décadas…
¿No deberían ser los responsables de nuestro futuro más
cercanos a nosotros en edad? En fin, sigamos….
Mi visión sobre el panel, los jueces, cambia otra vez. Nunca
les he retirado el respeto, como se lo retiré a los dirigentes políticos que no
me dan ninguna confianza. Al
contrario: lo que diga el juez es lo que vale, me guste o no. Me eduqué
en un país donde lo que no estaba prohibido era obligatorio, así que no me
cuesta aceptar, ahora viviendo de este lado del océano aprendí a usar el
derecho a réplica, pero siempre he
respetado a los jueces, solo que hoy comprendo mejor que es complicado
juzgar bien cuando a tu alrededor hay tantos elementos perturbadores y poca
ayuda a la objetividad y tanta respuesta abierta a preguntas importantes. Y eso que estamos hablando de patinaje
individual…
No sé si llegaremos a ser Olímpicos o no. Creo que nos falta
mucho en el campo de la valoración, pero como dice Shakira en una canción: “siempre supe que es mejor, cuando hay que
hablar de dos, empezar por uno mismo”, haré autocrítica:
Hasta que no saquemos un patinador como Jeffrey Buttle a la
pista, con esa ejecución, con esa interpretación, con esa coreografía, ese
sentimientos, con ese margen de error y todo ese no sé qué que qué se yo,
seguiremos echandole la culpa a otros. Lo que hay que hacer es dejarse de joder
y ponerse a explorar talentos, admitir que no sabemos un carajo,
sernos fieles a nosotros mismos y a
nuestra filosofía y trabajar, trabajar y trabajar para
conseguir lo que siempre hemos soñado
aunque haya que dormir cuatro horas, que ya dormiremos cuando nos muramos.
Ganar no es para cagones, repito, sino para los que no le tienen
miedo a nada.
Os regalo mil seiscientas y pico de palabras en un momento
de emoción, de sentirme vivo arriba de mis patines.
Disfrutad del vídeo.
Carlos Pantano Galia.-
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